Olofin le regalo a los viejos unos caballos para que hicieran crías y le entregaran una parte, pero no le dio yeguas. Los viejos, sin fijarse, aceptaron el negocio.
Olofin los llamo porque no le habían entregado las crías según lo pactado. Salieron llorando, ya que por causa de su errores podían perder la cabeza.
Un joven que se entero de lo que pasaba fue a casa de Olofin y le dijo que había visto un caballo parido, a lo que este le contesto que los caballos no podían parir.
Entonces este muchacho le dijo que si los caballos no podían parir, ¿como el quería que los caballos que le había dado a los viejos hicieran crías?
- Eso hice para que no confiaran en nadie cuando fuesen a hacer un negocio y siempre se fijaran si había trampa.
Ashe to iban Eshu!