Cuando Obatala concluyo la creación del primer hombre, Olofin convoco a todos los Orishas para que estuvieran presentes en la ceremonia de darle el soplo vital.
Todos se arrodillaron e inclinaron la cabeza en aquel sagrado momento; solo Orunmila, el cual Olofin tomo como ayudante por su reputada seriedad y sabiduría, pudo ver como Olofin ponía el Eleda en Ori.
Terminada la ceremonia, celebraron el acontecimiento, entonces Olofin dictamino: "Solo Orunmila fue testigo de la acción que he realizado, por eso cuando el hombre quiera conocer su Eleda, el sera el encargado de comunicárselo."
Ashe to iban Eshu!